La Importancia de gestionar la Reputación de tu Concesionario
La gestión de la reputación de su concesionario puede ser una de sus muchas preocupaciones. Con todo, una reputación mediocre puede afectar a la cuenta de resultados de su concesionario de manera negativa, y una reputación excelente podrá afectar a la misma cuenta de resultados de una manera muy positiva…
La Reputación de su concesionario
Si comenzamos atendiendo a la definición que el diccionario de la R.A.E nos reseña sobre la palabra “Reputación”, sabremos que es:
- Opinión o consideración en que se tiene a alguien o algo.
- Prestigio o estima en que son tenidos alguien o algo.
Y entendiendo que el contexto donde nos encontramos es el comercial, ampliaríamos la opinión o consideración, el prestigio o estima, a las personas, a la marca y a la empresa. De este modo, podremos tener en cuenta la importancia que la reputación de nuestro concesionario tiene, tanto para los profesionales que componen nuestros equipos de trabajo, como para el negocio en sí.
La reputación de una marca o empresa es el “concepto positivo o negativo” que tienen tanto los consumidores, como la propia sociedad sobre ella.
Una reputación positiva de cualquier marca o empresa, podrá facilitar y abaratar al mismo tiempo:
- La atracción de clientes,
- La venta de productos y/o servicios,
- La consecución de metas y objetivos,
- Y, la retención y fidelización de clientes.
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La experiencia que un cliente tenga al recibir un servicio, como al adquirir un producto o vehículo, es un factor fundamental para ir recogiendo una buena reputación. Si logramos satisfacer las demandas y necesidades, como también, resolver los problemas de los clientes, alcanzando las expectativas que estos tengan sobre lo que les ofrecemos, recomendarán nuestros productos, servicios y vehículos, generando un “boca a boca positivo”, que repercutirá en la llegada de más clientes a nuestro concesionario.
Sin embargo, no seremos capaces de lograr una buena reputación, si:
- El servicio que prestamos no es de buena calidad.
- La atención que damos a nuestros clientes no es la adecuada.
- Pensamos más en realizar con ellos una transacción económica que en solucionar sus problemas u ofrecer soluciones a sus necesidades.
- No cumplimos con las promesas que hayamos realizado.
- No cumplimos con las expectativas que traía el cliente o le hayamos generado.
- El precio de nuestros productos, servicios o vehículos es muy alto respecto al que tiene nuestra competencia, sin que les aportemos un valor añadido, y que el cliente esté dispuesto a pagar.
Una concesionario con buena reputación, no solo aumentará sus posibilidades de sostenibilidad a largo plazo, sino que además conseguirá las cosas de manera más fácil, cómoda y barata; podrá lograr la lealtad por parte de sus clientes como también su fidelización, y lo que es más importante aún, su CONFIANZA.
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